15 de diciembre 2018
Todos debemos tomar medidas para reducir la contaminación y hacer que la sociedad sea más amigable con el planeta. Esto implica disminuir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y frenar la depredación de recursos, para asegurar que las futuras generaciones también puedan aprovecharlos.
Si las personas podemos comprar bonos de carbono para mitigar las emisiones, ¿qué medidas reales están tomando las organizaciones internacionales? ¿Qué están haciendo los países para ser más eficientes y sostenibles?
Las Organización de Naciones Unidas, ONU, y la Comunidad Europea oficializaron en 1997 un importante protocolo que fue firmado en Kioto. Éste representa una de las bases sobre las acciones sostenibles en el mundo, pues cuenta con medidas directas y jurídicamente vinculantes (pues obliga a los participantes a cumplirlas).
El principal objetivo del llamado Protocolo de Kioto era que, entre 2008 y 2012, los países desarrollados pudieran reducir sus emisiones totales. Éstos, además, se comprometieron a reducir los GEI en al menos un 5% por debajo de las emisiones registradas en 1990.
Con el objetivo de promover el desarrollo sostenible, este acuerdo establece que cada país deberá cumplir los compromisos de limitación y reducción de las emisiones, contraídos en virtud del artículo 3, que señala:
i. Fomento de la eficiencia energética en los sectores pertinentes de la economía nacional.
ii. Protección y mejora de los sumideros y depósitos de los GEI no controlados por el Protocolo de Montreal, teniendo en cuenta sus compromisos en virtud de los acuerdos internacionales pertinentes sobre el medioambiente; promoción de prácticas sostenibles de gestión forestal, la forestación y la reforestación.
iii. Promoción de modalidades agrícolas sostenibles a la luz de las consideraciones del cambio climático.
iv. Investigación, promoción, desarrollo y aumento del uso de formas nuevas y renovables de energía, de tecnologías de secuestro del dióxido de carbono y de tecnologías avanzadas y novedosas que sean ecológicamente racionales.
v. Reducción progresiva o eliminación gradual de las deficiencias del mercado, los incentivos fiscales, las exenciones tributarias y arancelarias y las subvenciones que sean contrarios al objetivo de la convención en todos los sectores emisores de gases de efecto invernadero y aplicación de instrumentos de mercado.
vi. Fomento de reformas apropiadas en los sectores pertinentes con el fin de promover unas políticas y medidas que limiten o reduzcan las emisiones de los GEI no controlados por el Protocolo de Montreal.
vii. Medidas para limitar y/o reducir las emisiones de los GEI no controlados por el Protocolo de Montreal en el sector del transporte.
viii. Limitación y/o reducción de las emisiones de metano mediante su recuperación y utilización en la gestión de los desechos así como en la producción, el transporte y la distribución de energía.
En vistas del término de los plazos establecidos, se negoció una extensión de los compromisos. Es así como en la COP18, celebrada en Qatar en 2012, se acordó continuar el Protocolo de Kioto mediante la Enmienda de Doha, que establece nuevos plazos, asumiendo compromisos desde el 1 de enero de 2013 hasta diciembre de 2020.
Objetivos 20/20/20
La Enmienda de Doha impuso objetivos de desarrollo sostenible, los que fueron llamados objetivos 20/20/20. Éstos son un paquete de medidas que definen acciones prioritarias para la reducción de los efectos del cambio climático, y que contemplan:
La Unión Europea trabaja en diferentes ámbitos, y genera reportes anuales sobre el estado del cumplimiento de estos objetivos. Por ejemplo, en el informe de 2016 de la Comisión Europea al Parlamento Europeo y al Consejo detalla los siguientes avances:
Plan de Eficiencia Energética
Entre los ámbitos de acción se encuentra el Plan de Eficiencia Energética. Éste contempla el Energy Performance of Building Directive (‘Plan Directivo de Comportamiento Estratégico de Edificios’), elaborado en 2010 para establecer acuerdos rigurosos sobre el futuro de los edificios en Europa, fijando estándares de eficiencia energética y consumo.
El artículo 9 se refiere a los edificios de consumo nulo (o casi nulo) de energía, llamados Nearly Zero Energy Buildings: “Los Estados miembros se asegurarán de que, a más tardar el 31 de diciembre de 2020, todos los edificios nuevos sean edificios de consumo de energía casi nulo”, establece.
También queda establecido que, para 2018, todos los edificios públicos nuevos en Europa deben ser Nearly Zero. Esto no significa que las construcciones no tengan consumo energético, sino que deben ser capaces de autoabastecerse a través del uso de energías renovables.
¿En qué está Chile?
En 2014 , el país tomó un acuerdo voluntario para reducir las emisiones de GEI en un 20% para el año 2020, haciéndonos parte a todos de esta empresa mundial contra el cambio climático.
El compromiso también incluye una política de eficiencia energética cuya meta es lograr que, en 2025, el 45% de la capacidad de generación eléctrica instalada sea producida por fuentes energéticas renovables no convencionales.
El cumplimiento de los compromisos adoptados por cada una de las partes será clave para el desarrollo futuro y el cuidado del medioambiente, sobre todo ahora que el Ministerio confirmó que nuestro país será sede de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático, COP 25. ¡En Ciudad Sostenible queremos ser parte de este hito!